Mis Buenos  Días  
por Molina Morillo
No te gusta tu país? 
¿No te gusta  tu país? Cámbialo tú mismo… y si no participas, ¡no te quejes!
¿Encuentras  absurdo el robo de camiones llenos de mercancía, a veces hasta con asesinatos de  los camioneros? Solución: exije facturas en todas tus compras.
¿Te  disgusta el desorden causado por los vendedores ambulantes? Solución: nunca les  compres nada. La mayor parte de sus mercaderías son productos robados,  falsificados y/o contrabandeados.
¿Te parece mal tanta cantidad de  mendigos en los semáforos y en las calles, y en cada esquina? Solución: nunca  les des nada. Canaliza tu ayuda solidaria directamente a las instituciones de tu  confianza.
¿No puedes entender cómo unas pocas de lluvia inundan la  ciudad? Solución: solamente tira papelitos y basura en los canastos y zafacones  para tal fin, barre tu calzada y tu cuneta. Y si construyes, no eches la basura  en las rejillas del alcantarillado.
¿Encuentras injusto que haya  revendedores de entradas (mercado negro) para los espectáculos o los juegos   deportivos? Solución: no les compres, aunque ello signifique perderte el evento.
¿Te parece que el tránsito en tu ciudad es un caos? Solución: respeta tú  todas las normas de tránsito, estaciónate solo en los lugares permitidos, etc.  
 ¿Consideras  alarmante el índice de criminalidad en nuestro país? Solución: invierte aquí, si  eres empresario; trabaja con afán si eres empleado, y ambos paguen sus  impuestos. Produzcan con calidad y paguen sueldos de dignidad.
Con ello  podrán, unos y otros, dar educación de calidad a sus hijos y evitar la formación  de delincuentes. No hay criminal que no salga de una familia.
¿Encuentras que es terrible el prolema de la drogadición? Solución:  cuida y atiende a tus hijos, interésate por ellos. Así ni siquiera tendrás que  vigilarlos. 
 Si consideras que  ninguna de las cosas anteriores mejoraría el país, entonces tú eres parte del  problema y no de la solución. Y si no participas, ¡No te quejes!
Estamos  pasando por una etapa de falta de valores cívicos, educación y patriotismo.  Necesitamos cambiar nuestro comportamiento para que podamos vivir en un país  donde tengamos el orgullo de decir "!Soy dominicano!"
La solución a  nuestros problemas no se encuentra en un presidente o un gobernador, y mucho  menos en un partido politico. La mediocridad o la grandeza de un país reside en  nosotros, sus ciudadanos.